Argentina apuesta por las renovables para atraer inversión extranjera
El país tendrá la planta solar más grande de América Latina en 2018.
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El negocio de la generación eléctrica está creciendo en medio del esfuerzo del gobierno de Argentina por promover la inversión, mejorar el marco regulatorio para el sector y reducir la participación del sector público. Las inversiones son impulsadas en gran parte por la energía renovable, sector en que el país tiene un potencial considerable y que crecería significativamente en los años que vienen.
La demanda por electricidad en Argentina está acercándose a su capacidad disponible de generación neta, causando escasez en algunos períodos de peak de demanda. A fines de febrero de este año, por ejemplo, fueron necesarias importaciones de los países vecinos para hacer frente al peak de demanda y preservar la integridad del sistema.
Aparte de esta necesidad básica de aumentar la capacidad de generación, el gobierno hizo su prioridad política aumentar la proporción de energía renovable en la matriz energética de 8% en 2018 a 20% en 2025. Se necesitarán nuevas inversiones por US$ 15 mil millones en los próximos ocho años para alcanzar este objetivo.
Plan RenovAr
El gobierno cree que hay un potencial fuerte para la energía renovable en granjas eólicas, energía solar, biogas y biomasa e hidroenergía.
Para ayudar a aprovechar este potencial, en 2016 el gobierno lanzó el Plan RenovAr, un programa para promover los proyectos de energía renovable. En la primera ronda de ofertas el año pasado, adjudicó proyectos con capacidad de generación de 1.142 MW, en su mayoría parques solares y parques eólicos. En noviembre de 2016, durante la “Ronda 1,5” de RenovAr, se adjudicaron proyectos que comprenden otros 1.281 MW de capacidad. En octubre, el gobierno lanzó una nueva ronda, donde recibió 228 propuestas por un total de 9.400 MW, casi ocho veces más que la oferta (1.200 MW).
Uno de los nuevos proyectos más grandes es una planta de energía fotovoltaica que empezó a construirse a principios de octubre en Caucharí, en provincia de Jujuy. Cuando esté completada, será el parque solar más grande de América Latina, con 1,2 millón de paneles solares y una capacidad instalada de 300 MW, con un costo de construcción de
US$ 400 millones, mayormente financiado por el Banco de Exportaciones e Importaciones chino.
Acuerdos y ventas
Buscando impulsar la productividad, así como los efectos de chorreo en el sector, el gobierno también anunció a fines de octubre un “acuerdo de productividad” con representantes y trabajadores de la industria de las renovables. La meta es alentar una cadena de valor local en el rubro, aumentar la participación de generadores locales en la producción e instalación de turbinas eólicas a 50% y la producción e instalación de paneles solares a 30% en cinco años.
El acuerdo incluye beneficios tributarios, importaciones sin aranceles de equipamiento que no se produzca localmente, créditos subsidiados para proyectos que busquen aumentar el contenido local y un compromiso de los sindicatos para mejorar la productividad.
El dinamismo del sector energético también ha llevado a que el gobierno inicie planes de privatización para algunas estaciones eléctricas, al mismo tiempo que vende las acciones que el Estado tiene en algunas empresas, incluyendo a seis plantas térmicas. El gobierno también ha anunciado planes para vender su participación de 50% en Citelec y Transener, dos empresas de transmisión, esperando recaudar cerca de US$ 1.000 millones.
Juntas, todas estas medidas para promover la inversión en las renovables y racionalizar la participación del sector público en la generación y transmisión de electricidad deberían impulsar el desarrollo de largo plazo del sector. Finalmente, esto debería reducir los cuellos de botella que por años han dominado la industria eléctrica de Argentina.